Cada cosa en el universo manifiesto
está hecho de energía que vibra a diferentes velocidades. Para crear un espacio en nuestra vida para
los Ángeles necesitamos limpiar la casa de todo desorden y elevar su vibración
a un nivel más alto.
LIMPIAR EL DESORDEN.
-Donar las
pertenencias que no deseamos.
-Limpiar y refresca nuestra casa en
todos los niveles.-Revisemos todas las áreas de la casa y saquemos cualquier
objeto que no cumpla una función.-Descartemos la ropa que no hayamos usado en los últimos dos años.
-Recordemos dejar mínimo una ventana abierta como ruta de salida de las energías.
PURIFICAR NUESTRO HOGAR.
-Abramos las ventanas diariamente.
-Purificar nuestro
hogar usando el humo de varitas
de incienso.-Utilicemos sonidos para romperla energía estática. Simplemente dejemos que el sonido lave el espacio. Una copa de cristal; usémosla con frecuencia golpeándola suavemente o rozándola alrededor del borde y se producirá un sonido armonioso.
-Palmotear es otra forma efectiva de romper la energía estática, especialmente en los rincones de la habitación.
-El poder de nuestra voz purifica el hogar. Invocar o llamar a los siete Arcángeles: Miguel para la protección. Jofiel para el conocimiento y la Sabiduría. Chamuel para el amor divino. Gabriel para el equilibrio y la Paz. Rafael para la salud. Uriel para la abundancia. Zadkiel para los cambios.
ELEVAR NUESTRAS VIBRACIONES.
-Escuchemos música Angelical o clásica.
-Tomemos cada día
un tiempo en luz natural, se recomienda 20 minutos diarios.
-Usemos colores que eleven nuestras
vibraciones. Los colores según el día son: domingo-azul, lunes-amarillo, martes-rosado,
miércoles-blanco, jueves-verde, viernes-naranja y
sábado-violeta.
-Colgamos cristales en cualquier
lugar de nuestra casa, ellos nos fortalecen la intuición. Los cristales esféricos en las ventanas
elevan el espíritu.-Reunámonos con personas que sean a fines.
La senda del crecimiento es parte de
nuestro proceso de transformación, debemos
integrarnos con personas que nos
rodean y con los que afectan nuestra vida; ellos estimulan nuestro crecimiento.
